Es un procedimiento obligatorio para el almacenamiento a largo plazo de conservas, mermeladas y confituras. Es de absoluta necesidad para erradicar los microorganismos presentes en el alimento y en el aire y evitar que se desarrolle de tal manera que la comida no sea peligrosa o imposible de consumir.
2. Después de haberlas lavado bien con agua abundante y jabón (también pueden ser lavados en lavaplatos) y enjuagados muy bien, meter los vasos (cada uno envuelto en un trapo limpio para que no se rompan si se chocan entre ellos) junto con las tapas en una olla profunda al menos 40 cm.
3. Llenar la olla con una agua fría suficiente para cubrir completamente los vasos.
4. Llevar a ebulición a fuego vivo.
5. Bajar el fuego y dejar hervir al menos por 30 minutos mas si se trata de conservar productos a base de fruta.
6. Retirar de la olla con un tenedor o una pinza los frascos solo cuando el agua dentro de la olla se refresque.
7. Meter los frascos boca abajo sobre un trapo limpio, el ideal es que sea acabado de planchar.
8. Después de un par de minutos voltearlos con la boca hacia arriba para permitir la evaporación de eventuales gotas de agua que hayan quedado en la parte interna e utilizar todavía calientes.
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